viernes, 17 de julio de 2009

Teoría 1: Música y Sonido

Música:

El concepto de música es difícil de exponer ya que la música es una obra de arte que se desarrolla en el tiempo y como tal, no queda ninguna constancia física, no es por ejemplo como otras artes que se desarrollan en el espacio (pintura, escultura, arquitectura, etc.) que son más tangibles a la hora de poder realizar una crítica más objetiva. También habría que analizar qué es el hecho sonoro no sólo desde el marco de la música occidental, sino también desde otras culturas distintas de la nuestra.

El definir la música nos implica situarnos dentro de un paradigma que nos permita asumir y comprender otras realidades. Así aunque parezca sencilla la respuesta, podemos observar que las definiciones de “música” no coinciden entre sí, sino que más bien expresan el punto de vista que su autor tiene sobre la música. Por ejemplo durante el periodo de la historia que llamamos clasicismo la música era definida como un lenguaje universal que se entendía en todo el mundo (idea de Haydn), sin embargo hoy en día podemos ver que el universalismo de la música no es tal ya que existen diferentes sistemas musicales que no son compatibles entre sí (notación de la música del siglo XX y la notación convencional), hay varios conceptos en cuanto a la rítmica y la estructuración de las piezas musicales que tampoco se pueden considerar universales.

En el siglo XIX se intentó buscar una especie de “ley” de la música que rigiese todas las obras que se componían, este intento evidentemente fracasó porque las obras musicales no tienen una estructura interna que sea estándar para todas las composiciones.
En los comienzos del siglo XX surgen corrientes musicales que no se sustentan en absoluto sobre los principios jerárquicos de la gramática tonal que hasta entonces había regido. Así cuando la música es complicada se la tacha de elitista o de innecesariamente intelectual, si la música está basada en una idea sencilla se la considera superficial y burda y la reacción más habitual entre el público es la de decir “eso lo sabría hacer yo...”

Con este panorama podemos ver que existen tantas definiciones de música como teóricos y que no existe una definición universal tal como se plantea al principio de este texto ya que la música es un concepto cambiante y heterogéneo que siempre ha estado influido por la historia.
En el mundo en que vivimos conviven formas y conceptos de música de clasificación occidental tan variopinta y diferente que va desde la música tribal a la música circense, pasando por música infantil, clásica, improvisadora, etc. A esto habría que añadir el que nosotros cuando tratamos de analizar lo que es la música siempre estamos asociando y comparando esa música con nuestros propios patrones musicales a la hora de establecer juicios. En otras culturas distintas a la nuestra como es la India, la palabra música (sangitâ) significa “reunir el todo y decirlo”. Ese “todo” simboliza la unión del cuerpo, el alma y el intelecto. Así las estructuras melódicas y rítmicas de la música india tienen una arquitectura que está entre las más elaboradas del mundo. La complejidad de la polirritmia, el refinamiento de las ornamentaciones y la perfección de los microtonos hacen que su notación sea muy difícil.

Por tanto, a la hora de tratar de elaborar una definición de lo que es la música no debemos olvidar que tendremos que tener en cuenta la distinta consideración estética que ocupan los distintos elementos que tiene la música en sí (las alturas, afinaciones, forma de pulsación en los instrumentos y los distintos timbres).


La sonoridad:


Es una medida subjetiva de la intensidad con la que un sonido es percibido por el oído humano. Es decir, la sonoridad es el atributo que nos permite ordenar sonidos en una escala del más fuerte al más débil.
La unidad que mide la sonoridad es el decibelio.
La sensación sonora de intensidad (sonoridad) se agudiza para sonidos débiles, y disminuye para sonidos fuertes, lo que se debe a que la audición humana no es lineal, sino logarítmica.
Llamamos umbral de audición a la intensidad mínima de sonido capaz de impresionar el oído humano. Su valor se sitúa en 0 dB o 20 micropascales.

Llamamos umbral de dolor a la potencia o intensidad sonora a partir de la cual el sonido produce en el oído sensación de dolor. Su valor medio se sitúa en torno a los 110-130 dB o 100 pascales.
También podríamos utilizar como unidad de medida el microbar que es una mil milésima parte de un bar (magnitud utilizada para medir la presión atmosférica: 1 bar = 1.000 milibares). Sin embargo es poco práctica, dado que el sonido ejerce en el aire una millonésima parte de presión respecto a la presión atmosférica tomada como punto de equilibrio.
Normalmente, se utiliza la escala en decibelios porque es más manejable utilizar una escala de 0 a 130 (producto de una relación logarítmica) que una que va de veinte millonésimas de un pascal a los 100 pascales (producto de una relación lineal).
La sonoridad depende de la intensidad de un sonido, pero también de su frecuencia, amplitud y otras variables, como pueden ser la sensibilidad del oído de quien escucha y de la duración del sonido.

Como la sonoridad no es una magnitud absoluta, lo que se hace es medir el nivel de sonoridad, es decir, determinar cómo es de fuerte un sonido en relación con otro. Para medir el nivel de sonoridad hay dos unidades: el fonio y el sonio.


Sonido: como definición es un movimiento de moléculas organizado, causado por un cuerpo en vibración, en algún medio.
Médicamente consideraremos al sonido como toda vibración simple o compleja que por su intensidad es tolerable para el oído humano y genera una sensación de agrado en el individuo.

Características del sonido:

• Frecuencia: es el número de ondas completas o ciclos de una cantidad periódica ocurriendo en una unidad de tiempo (usualmente 1 segundo).

Respecto a las frecuencias bajas o vibraciones las que son transmitidas por el suelo o por contacto directo con el elemento generador facilitarían la lesión del oído interno por microdesgarros y lesiones vasculares.
Como veremos mas adelante existen varias teorías acerca del porque se lesiona la zona coclear correspondiente a las frecuencias del orden de los 4 KHz. Una de ellas es que el oído externo actuaría como un resonador amplificando en 10 dB o mas las frecuencias de 2 a 5 KHz.
Las frecuencias mas nocivas para el oído humano son las que están entre los 2 y 3 KHz y son estas las que mas frecuentemente se encuentran en las industrias.

• Intensidad: es la potencia en energía por segundo transmitida a través de un área de 1 metro cuadrado, orientada perpendicularmente a la dirección de la propagación de la onda.

La intensidad de presentación de un sonido puede ser variable y según los valores de las variaciones puede ser considerado como noxa intermitente y noxa con sobrenoxa.
La intensidad como noxa intermitente corresponde a un estimulo continuo de baja intensidad (por debajo de los 80 dB) con momentos en los que la presión sonora supera los 100 dB. La intensidad que actúa como noxa con sobrenoxa es aquella en la que el estimulo de base supera los 90dB e intermitentemente sobrepasa los valores de presión sonora de 100 dB.
La energía de un sonido desde un punto de vista físico se duplica cada 3 dB aproximadamente, por ejemplo, la energía recibida durante 8 horas a 90 dB es igual a 4 horas a 93 dB. En algunos paices donde existe reglamentación industrial severa (EEUU) toman en cuanta que la duplicación de los valores energéticos se produciría cada 5 dB.
Por debajo 80 dB el oído humano no presenta alteraciones definitivas. Estos niveles generan molestias pasajeras denominadas fatiga auditiva, donde los elementos transductores (oído interno) no sufren problemas definitivos.
Cuando la intensidad supera los 90 dB comienzan a aparecer lesiones irreversibles tanto mas agudas cuanto mayor sea la exposición y la susceptibilidad personal.

• Tiempo: En este punto debemos considerar tres tiempos. El tiempo de duración de un sonido o ruido, el tiempo de percepción y el tiempo de exposición en el cual es importante considerar, la duración del estimulo y periodo de descanso.

Tal como cualquier otro sistema sensorial la audición necesita de cierto tiempo de estimulación para que pueda ser percibida.
La percepción implica un inicio y una finalización, cuanto mas intenso es el estimulo menor será el tiempo de presencia necesario para que sea percibido. Respecto a la finalización, la misma no concuerda con el cese del estimulo, manteniéndose la sensación audible tanto mas tiempo como intenso sea el estimulo presentado. El reclutamiento y la fatiga como alteraciones funciónales cocleares distorsionarían las reglas de percepción entre el tipo estimulo, intensidad y tiempo.
La duración de estimulo esta en relación directa con la lesión coclear mientras que el periodo de descanso esta en relación inversa.
Cuanto mayor es el tiempo de exposición mayor será la posibilidad de lesión aunque la intensidad sonora no sobrepase los 90 dB. Si la exposición al ruido es intermitente u ocasional la lesión que se puede generar estará en relación directa a la intensidad.

Infrasonidos - Ultra sonidos: la frecuencia se mide en Hertz (Hz) y el ser humano esta capacitado para percibir frecuencias que van de 20 Hz a 20 KHz.
Aquellos sonidos cuya frecuencia sea inferior a 20 Hz se denominan infrasonidos mientras que cuando es superior a los 20 KHz serán ultra sonidos. Tanto los infra como los ultrasonidos no son audibles pero igualmente pueden ocasionar alteraciones físicas y/o psíquicas.
Para que el sonido se transmita necesita de un medio elástico (en el vacío no hay propagación de sonido).
La cantidad de metros por segundo con que las ondas se alejan de la fuente emisora se la denomina velocidad de propagación dependiendo esta del medio en cuestión. En el aire la velocidad del sonido es de 344 m/s mientras que en el agua es de 1500 y en el acero es de 5000 m/s.

Ruidos: son también sonidos simples o complejos pero disarmónicos y de muy alta intensidad, generando intolerancia o dolor al oído y una sensación de displacer al individuo.

El ruido puede ser clasificado en:

Tonos puros
Sonidos de banda estrecha
Sonidos de banda ancha
Sonidos explosivos
Sonidos de impacto
Es tentadora la idea de hacer una fórmula que determine la lesión que generaría un ruido. El problema esta dado por la gran cantidad de variables como ser intensidad, forma de presentación, frecuencia, tiempo de exposición, ambiente, etc. y relacionarlo con la susceptibilidad individual y los antecedentes personales.
Por definición el ruido es un sonido no deseado o que interfiere con alguna actividad o con el descanso. Por ejemplo si hay dos pares de personas manteniendo dos conversaciones diferentes en un mismo lugar, para cada pareja será ruido lo que conversan los otros dos.

El negativo del sonido musical es el ruido. Ruido es una señal sonora indeseable.
El ruido para serlo, no tiene que ser necesariamente muy intenso, por ejemplo el caso del ruido de un mosquito volando cerca de nuestra oreja. Otro ejemplo podría ser el de un grifo que gotea toda la noche, molestándonos e incluso no dejándonos dormir a pesar de que su nivel sonoro sea muy bajo. De hecho, el ruido de las millones de gotas que forman la lluvia es mucho más intenso, y sin embargo es menos molesto y en muchos casos hasta placentero o sedante.
El ruido dependerá del contexto donde se produzca, así un ruido casi imperceptible para el oído o incluso fuera de contexto será más molesto y perturbador que uno neutro, ya que evocará sensaciones desagradables o desviará la atención. Así, la mayor parte de las personas encontrará más molesta una conversación apacible en el salón de su casa a unos metros del dormitorio cuando quieren conciliar el sueño, que muchas conversaciones juntas en un restaurante.

Uno de los efectos que provoca el ruido son las molestias que produce en los oyentes, esto depende sobre todo de los aspectos cualitativos del sonido. Pero no por ello podemos ni debemos desconocer la importante evidencia de que la intensidad del ruido es también un factor importante ya que existe una correlación importante entre el nivel sonoro y el porcentaje de personas que se siente altamente molestas.

Por último, el efecto del ruido quizás más estudiado, y más tempranamente reconocido en la historia, ha sido su capacidad para provocar una grave pérdida auditiva llamada también “hipoacusia”. Esto sucede cuando se da una conjunción de tres factores: el nivel sonoro es muy alto, la exposición es periódica (por ejemplo diaria) con poco descanso entre exposiciones sucesivas, y el régimen de exposición se prolonga durante años.
Diferencias entre Sonido musical y Ruido: los conceptos de música y ruido son en ocasiones subjetivos; palabras que no para todos significan lo mismo.
La gran diferencia entre ruido y sonido musical es que el primero molesta y es desagradable. Sin embargo es curioso que no a todas las personas nos parecen desagradables los mismos sonidos; es decir, que un sonido puede ser ruido o sonido musical en función del contexto en que se produzca.

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